ENTRADA A DON ALBERTO, UN CAOS DE NUNCA ACABAR
- Ahora Valledupar
- 11 ene 2022
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Don Alberto, el populoso sector al noroccidente de Valledupar, parece destinado a sufrir de viejos problemas aun arrancando el nuevo año.
Una de sus particulares problemáticas la constituye el caos en su principal vía de acceso, generado por la falta de regulación del tráfico automotor, la estrechez de la avenida y la falta de cultura ciudadana, sin que hasta el momento ninguna autoridad haya tomado la determinación de paliar el asunto o buscar alternativas consensuadas para acabar de una vez por todas con esta exasperante situación.
Además, el asunto cada vez se recrudece y dejó de ser algo puntual en las horas pico, afectando también de manera permanente a quienes como usuarios de la vía entran o salen de barrios como Tobías Daza, la Ciudadela Comfacesar, Altos de La Popa o el corregimiento de La Mesa.
El reclamo más reciente sobre este problema lo hizo por las redes sociales, el abogado Víctor Gómez, ya cansado de los trancones e igualmente víctima de la Ley del Más Fuerte.
En varias imágenes y un video, el profesional del Derecho mostró la cruda realidad: largas colas y terribles momentos de espera en ambos la dos de la vía que parte de la Glorieta de La Chicha Maya a la entrada al barrio Don Alberto.
“Un desorden es lo que viven miles de habitantes de barrios como don Alberto, Tobías Daza, Ciudadela Comfacesar; entre otros, por el colapso de la vía que del batallón conduce al centro de Valledupar. Urge ampliación de la vía y control por parte de las autoridades”, precisó el especialista en Derecho Administrativo y Gestión Pública.
Hizo seguidamente un llamado a la Secretaría de Tránsito de Valledupar y a la propia Alcaldía para que se tomen cartas en el asunto, porque según este ciudadano “no hay orden ni control”.
En otras oportunidades los moradores de los sectores afectados han hecho análisis y formulado propuestas para regular la situación; como por ejemplo, coordinar con el Batallón La Popa la entrada y salida a horas no pico de vehículos militares multiejes, dado que por su gran tamaño se toman buena parte de la vía. En ocasiones, junto a furgones, camiones de constructoras y las busetas que cubren las rutas A-03, E-06 y E-09, obstaculizan y retardan la movilidad del resto de automotores.
En segundo orden de prioridad está la colocación de reguladores de tránsito en las horas de mayor confluencia, algo que frenaría las arbitrariedades en el uso de la vía por parte de los motociclistas, que no solo generan roces constantes entre sí, sino también con los conductores, llegando en la mayoría de los casos a colisiones que terminan paralizando el tráfico.
Algunos han pensado que con el tiempo habrá que habilitar una franja exclusiva para los mototaxistas, a fin de que no pulsen con los choferes por el poco espacio habilitado.
Pero si se quiere una solución de fondo habrá que rediseñar la vía, tal como se hizo un par de años atrás con el proyecto ejecutado por el Sistema Estratégico de Transportes de Valledupar, SIVA, con recursos de la alcaldía de Valledupar y la Administración de Francisco Ovalle Angarita por valor de $2.200 millones.
Con lo anterior se logró en algo regular la situación en esta zona de alta congestión para Valledupar, pero está claro que la ciudad se va expandiendo y la infraestructura puede a corto plazo plantear nuevos desafíos.


Por: José M. Díaz B.
Especial para @ahoravalledupar
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